En la planificación del desarrollo de APPs hay que tener en cuenta también los tiempos que se van a tardar en tener la aplicación en su repositorio para descargar, ya que dependiendo de la plataforma, este proceso puede ser lento o tedioso y llevarnos a no tenerla lista para su presentación final.

En este post comentaré y compararé sólo los casos para Android, iPhone y Blackberry.

Antes de subir cualquier aplicación hay que registrarse en la plataforma de desarrollo del dispositivo. En el caso de Android, para registrarse hay que pagar una cantidad alrededor de 25€ para toda la vida. El proceso es rápido ya que se hace con el registro que proporciona Google y el pago mediante Google Checkout. El formulario de registro para iPhone es similar a Android, pero en este caso se tiene que pagar 70€ cada año. En Blackberry este proceso es más lento, puede durar una semana, en cambio los anteriores cuestión de minutos. Una vez registrado en Blackberry, debemos esperar varios días para que nos envíen un email para confirmar nuestros datos, ya sea de empresa o de particular. En esta confirmación debemos proporcionar un documento que nos acredite y enviárselo por email o por fax al que nos responderán al día siguiente con su aprobación. En la plataforma Blackberry no se necesita realizar ningún pago.

En estas fechas en las que se habla tanto de equipo, con un claro ejemplo como la selección española de fútbol, me gustaría hablar de la importancia de formar un buen equipo humano en las empresas.

Empecemos por lo básico, ¿qué significa equipo? equipo es un conjunto de personas que se unen para conseguir un objetivos común. Si "todas" las personas que integran una empresa comparten los mismos objetivos y las mismas metas formando un equipo conseguimos:

Muchos de nosotros llevamos un smartphone en el bolsillo y al ver aplicaciones muy buenas instaladas en ellos se nos llegan a ocurrir muchas ideas nuevas para desarrollarlas y llevarlas en nuestro móvil. Pero, ¿cómo puedo hacerlo?, ¿por dónde empezaría?

Para tener una aplicación móvil exitosa no sólo debemos pensar en algo entretenido o útil, sino en establecer un plan de desarrollo para tener mayores probabilidades de éxito. Esto no será fácil en lo más mínimo, ya que debemos tener en cuenta que actualmente existen millones de aplicaciones para varias plataformas y nuestras ideas deben ser mejor aún que las de nuestra competencia.

Existen algunas webs que sin tener conocimientos de programación y de desarrollo de aplicaciones móviles podemos construir una APP. Son herramientas online que nos guían paso a paso para construir una. Ejemplos:

www.appbreeder.com

www.appsgeyser.com

www.appmakr.com

Si queremos hacer un desarrollo más completo y decidimos hacer un cursillo o seguir un libro nos guiaremos por el contenido que nos va a enseñar. El temario mínimo que debería mostrar sería: cómo instalar todas las herramientas necesarias para comenzar a desarrollar una aplicación en una plataforma móvil; diseño de interfaces de usuario, es decir, conocer todos los elementos visuales de los que dispone y cómo explotar al máximo sus propiedades para conseguir una interfaz muy personalizada; cómo trabaja la plataforma con servicios web y con notificaciones; almacenamiento de datos en la memoria; y por último, seguridad que podemos proporcionar a una aplicación.

También hay que tener en cuenta que la mayoría de las aplicaciones móviles necesitan una plataforma web o un servidor que proporcione los servicios necesarios para muchas de sus funcionalidades. Por ejemplo, para almacenar el registro de usuarios y controlar el login de una aplicación. Por lo tanto, haría falta implementar estos servicios, por ejemplo, con tecnologías webs.

Al entrar en una página web vemos que aparece siempre http que son las siglas en inglés de “Hyper Text Transport Protocol”, básicamente es un protocolo de comunicación entre el usuario/a de la web y el servidor, es decir, la forma que tiene el usuario/a de comunicarse con el servidor. Otras veces, aparece https que es básicamente lo mismo pero donde la comunicación está encriptada, y es por eso que lleva la "s" de seguro (secure en inglés).

Pero la seguridad no termina aquí, podemos comunicarnos de forma segura con una web mediante https, pero si la web no es de alguien de confianza entonces podríamos correr bastantes riesgos. Para esto, están los certificados SSL (Secure Sockets Layer), pero ojo, no todos los certificados son iguales y ahora explicaremos sus diferencias.

Técnicamente suelen operar bajo sistema de encriptación de 128/256 bits. Por otro lado, se diferencian según la confianza del usuario/a y del grado de validación de ese certificado frente a la empresa que gestionará la web para la que se emitió dicho certificado. En este caso tenemos:

- Certificados Autofirmados:  son certificados que pueden ser emitidos por cualquier persona. Por lo que con este tipo de certificado el usuario/a de la web no tendrá garantías de verificación de la web con respecto a los datos de la empresa que la opera. Es por ello que los navegadores saltan con errores como el siguiente de Mozilla:

- Domain validation (DV): son aquellos que se expiden directamente a la dirección de correo con la que se registró el dominio. Por lo tanto, la verificación es bastante básica.

- Organization Validation (OV): en este tipo de certificado se investiga la empresa que solicita el certificado en un grado medio. El resultado al entrar en una de estas páginas es que aparece en color azul (en algunos navegadores). Por ejemplo las web de: Facebook, Google, ...

- Extended Validation (EV): en este tipo de certificado la autenticación de la empresa es completa, ya que se investiga con el objetivo de asegurarse de que el certificado ha sido solicitado por la empresa y en ningún caso ha sido solicitado por una persona ajena a la misma. Es el certificado más caro y debido al proceso de validación, es el que más tarda. En algunos navegadores el resultado es que aparece una barra de color verde (en algunos navegadores). Por ejemplo las web de: Twitter, Hotmail, etc

 Estos tres últimos siempre son expedidos por autoridades certificadoras.